
¿Alguna vez has sentido que el mundo gira sin razón aparente? ¿Te ha pasado al levantarte, al caminar o incluso estando en reposo? 😧 Los mareos repentinos pueden parecer inofensivos, pero en algunos casos son señales de condiciones que requieren atención 🧠💥.
Este síntoma afecta especialmente a adultos mayores, y puede estar relacionado con el oído interno, el sistema nervioso, la presión arterial o incluso con ciertos medicamentos. En este artículo te contamos las principales causas ocultas, cómo reconocerlas y por qué siempre debes consultar a tu médico ante episodios frecuentes.
🔍 ¿Qué se considera un mareo repentino?
Es una sensación súbita de inestabilidad, vértigo o pérdida momentánea del equilibrio. Algunas personas lo describen como “flotar”, “desconectarse” o “dar vueltas”.
🔬 Causas comunes de mareos repentinos
1. Cambios en la presión arterial
Bajar o subir bruscamente puede generar mareos, especialmente al levantarse rápido.
💡 Muy común en adultos mayores o personas con hipertensión.
2. Problemas en el oído interno
El oído controla el equilibrio. Afecciones como laberintitis o vértigo posicional paroxístico benigno (VPPB) pueden generar episodios intensos.
3. Bajadas de azúcar en sangre
La hipoglucemia puede provocar mareos, sudoración, visión borrosa y temblores.
4. Deshidratación o golpe de calor
No tomar suficiente agua o exponerse a altas temperaturas afecta la presión y el sistema nervioso central.
5. Efectos secundarios de medicamentos
Fármacos para la presión, antidepresivos o ansiolíticos pueden alterar el equilibrio.
6. Problemas neurológicos
Aunque menos frecuentes, afecciones como el Parkinson o trastornos circulatorios cerebrales pueden comenzar con episodios de inestabilidad.
7. Ansiedad o ataques de pánico
El sistema nervioso autónomo se activa y puede generar mareo, sudor y sensación de desmayo, sin una causa física grave.
🩺 ¿Cuándo debes acudir al médico?
Consulta de inmediato si el mareo se presenta con:
- Visión doble o pérdida de visión
- Desmayo o pérdida de conciencia
- Debilidad en brazos o piernas
- Dificultad para hablar o caminar
- Mareos que se repiten con frecuencia
NO TE AUTOMEDIQUES. CONSULTA SIEMPRE A UN PROFESIONAL DE SALUD.
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