El truco para cultivar infinidad de geranios de un solo tallo sin gastar un céntimo

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Si deseas germinar un geranio a partir de un tallo, aquí tienes un truco sencillo para lograrlo:

Materiales necesarios:

  • Un tallo sano de geranio
  • Tijeras de podar o cuchillo afilado
  • Un vaso de agua
  • Un recipiente pequeño con tierra para macetas o sustrato para semillas
  • Plástico transparente o una bolsa de plástico

Pasos a seguir:

  1. Selecciona un tallo saludable: Elige un tallo fuerte y saludable de un geranio adulto. Asegúrate de que el tallo tenga al menos 10-15 centímetros de longitud y que no presente signos de enfermedad o daño.
  2. Corta el tallo: Utilizando tijeras de podar o un cuchillo afilado y limpio, corta el tallo seleccionado justo por debajo de un nodo. Los nodos son los puntos donde las hojas se conectan al tallo.
  3. Retira las hojas inferiores: Elimina todas las hojas inferiores del tallo, dejando solo unas pocas hojas en la parte superior.
  4. Coloca el tallo en agua: Llena un vaso con agua y sumerge la parte inferior del tallo en el agua. Asegúrate de que solo la parte inferior del tallo esté sumergida y que las hojas superiores no toquen el agua.
  5. Cubre con plástico: Coloca un plástico transparente o una bolsa de plástico sobre el vaso para crear un ambiente húmedo. Esto ayudará a retener la humedad y crear un efecto invernadero para fomentar el enraizamiento.
  6. Coloca el vaso en un lugar cálido y luminoso: Busca un lugar cálido y bien iluminado para colocar el vaso con el tallo. Evita la luz solar directa intensa, ya que podría dañar el tallo. Un alféizar de ventana orientado al este o al oeste suele ser ideal.
  7. Cambia el agua regularmente: Cada dos o tres días, cambia el agua del vaso para mantenerla fresca y libre de bacterias. Asegúrate de mantener la parte inferior del tallo siempre sumergida en agua.
  8. Espera el enraizamiento: Después de aproximadamente dos o tres semanas, comenzarán a aparecer raíces en la parte inferior del tallo. Una vez que las raíces sean de aproximadamente 2-3 centímetros de longitud, el tallo estará listo para ser trasplantado.
  9. Transplanta el tallo: Llena un recipiente pequeño con tierra para macetas o sustrato para semillas. Haz un agujero en la tierra y coloca con cuidado el tallo enraizado en el agujero. Asegúrate de que las raíces estén completamente cubiertas de tierra y presiona ligeramente alrededor del tallo para asegurarlo en su lugar.
  10. Riega y cuida el esqueje: Riega ligeramente el esqueje recién plantado para humedecer la tierra. Coloca el recipiente en un lugar cálido y luminoso, y mantenlo ligeramente húmedo pero evitando el exceso de agua.

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